lunes, 22 de agosto de 2011

LIBROS LIBRES... O SALAS DE LECTURA...



                Sinceramente tenía la intención de no hacer nada el fin de semana y disfrutar de los impuestos de mis compatriotas (a veces hago política). Esto surge a raíz de mi gusto por los libros: me inscribí al programa nacional de salas de lectura y acaba de terminar el primer modulo de capacitación, que consta de ocho módulos repartidos más o menos uniformemente durante tres años (uno cada tres o cuatro meses, con una validación por parte de la UAM).

                Hasta aquí hay que agradecer a tres organismos y tómese en cuenta que no es sarcasmo ni estoy lamiendo botas, honor a quien honor merece: CONACULTA, el Instituto Estatal de Cultura del Estado de Guanajuato y la Dirección General de Bibliotecas públicas (con mención a Maribel Dueñas que funge como enlace a todos los participantes del programa).

                Pues bien, el programa consiste en que un grupo de personas vamos a fungir como promotores profesionales (¡ande! [expresión localista y localizada… de Lupita]) en la formación de lectores (si pues) (aunque eso algunos ya lo hacemos, pero resulta que no profesionalmente… mientras no sea ilegal ejercer esta práctica de forma informal todo está bien). El estado, en coordinación con la federación, a través de los organismos que ya mencione nos prepara a los voluntarios en técnicas de persuasión para lectores, posterior al primer modulo, en el encuentro para el segundo modulo, nos regalan un acervo de 100 libros para nuestras salas de lectura públicas. Sorprendentemente (bueno, no tanto) iniciamos muy pocos (20 tal vez) y terminamos menos (12) el primer modulo.

                Como experiencia podría mencionar que camino al lugar de la capacitación, León Gto., no tenía idea de qué iba a hacer o de qué iba a tratar el fin de semana capacitacional… una compañera ya citada (Lupita) tampoco. Más tarde leería en su face(book) “la capacitación no es lo que pensaba… es buena”, dilucidando dudas con ella convergimos en la opinión: fue una capacitación muy buena, muy interesante, muy provechosa y nada aburrida; muchísimas gracias al capacitador/poeta Alan Aguilar.

                A grandes rasgos, tuvimos dos practicas de campo y capacitación teórico/experiencial, que sumaron 27 horas (9 am. a 2 pm., receso, 4 pm. a 8 pm. [Con variaciones de minutos, obviamente]); experiencias de compañeros a lo largo del país, experiencias del facilitador, propuestas, ideas compartidas, trabajo en equipo, lectura en voz alta, etc.

                Cabe señalar que aun no recibimos el acervo, como lo mencioné arriba, así que durante estos meses tendremos que iniciar y acumular experiencias con los acervos con los que cada quien cuenta desde antes y/o después del curso (esto no me convence mucho que digamos, creo se me facilitará más hacerlo con los libros “gratis” que con los que he ido comprando “con el sudor de mi frente” o con las carencias alimentarias que he padecido por comprar libros… aunque no se note).

                En fin, acepto las infinitas ideas que me hagan llegar para prestar libros o promover la lectura a través de este o cualquier medio, tomando en cuenta que soy de Moroleón Gto., lo que dificultaría el préstamo a personas fuera de la zona metropolitana, no así las actividades que realice a partir de ahora y de la cual dejaré constancia en mi blog.    

                Pues bien, sugerencias y donaciones de libros al titular de esta página. Gracias y disculpe las molestias que esto le ocasiona.

P.S. La palabra mágica es (y fue) “diversidad”.

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